La Guarandinga: ¿Loro parlanchín o medio de transporte?

NAZÍN SALOMÓN ISMAEL

guarandingaEn el argot cubano no son pocas las palabras que generan cierta confusión a quienes las escuchan por primera vez, o les atribuyen diferentes significados. Varios son los galimatías que componen el lenguaje coloquial de nuestro tiempo; algunos heredados, otros nacidos con cada tránsito generacional, pero todos elementos contantes de nuestra cultura del lenguaje.

La palabra guarandinga forma parte de esas creaciones populares que conforman la identidad de muchos pueblos latinoamericanos, ricos en tradiciones y costumbres. Definido como un término de origen incierto, se confiere a la par de diversos conceptos, dependiendo del lugar y uso que se le otorgue. Hasta el momento solo se conoce de su empleo en Venezuela, Colombia, y Cuba, y sirve para denotar desde un carro halado por caballos hasta una acción provocativa, o manipulación.

Según el libro Archivos Venezolanos de Folklore, de 1958, el término puede ser el resultado de la deconstrucción de alguna palabra o marca británica; es por ello que muchos atribuyen su nacimiento al vocablo inglés “warandol”, tela de poco grosor utilizada en la confección de manteles y cortinas. Por otra parte, se ha considerado la palabra “guaro”, especie de loro ruidoso, como la matriz del constructo, asociándolo con otras designaciones gramaticales empleadas para mostrar desdén o desvalorizar.

La verdad es que en Cuba una guarandinga es el resultado de la unión de un ómnibus con un tractor o camión, utilizado para la transportación de personas preferentemente en zonas rurales. En Santiago de Cuba las vemos transitar por céntricas calles, como lo hicieran hace más de treinta años, haciendo más factible el servicio de transportación pública estatal, a la vez que aportan color a la ciudad.

Su total estampa resulta en un compendio de atractivo y renovado diseño, mezclado con imágenes de reconocidos personajes de dibujos animados cubanos dirigido no solo a los más pequeños, también a aquellos adultos dispuestos a evocar buenos momentos de su niñez.

 

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